Ayer
celebramos, como se debía, el #DíaMundialDeLaBicicleta: PEDALEANDO. Todo estuvo
bonito, muchas bombas, música, solecito y centenares de #CiclistasFelices.
Incluso, estuvo hasta el alcalde, el mismo que habla -sin saber- sobre
sostenibilidad y que ha sabido “vender” una idea de gobierno, ocupado también en
lucir bien “en cicla” para la foto, como si fuera el mismo Hans Christian
Andersen su asesor de historias fantásticas. Leamos una:
- Mujer
Bici-ble: Señor alcalde, muy chévere que pedalee, ¿y las ciclorrutas?
- Luchito-en-bici:
A mí me entregaron una ciudad organizada.
- Mujer
Bici-ble: Pero, ¿y las megaobras que se están haciendo? En ninguna contemplaron ciclorrutas.
- Luchito-en-bici:
Para eso le damos a la gente el ciclopaseo… (Y se va despavorido).
- Mujer
Bici-ble: ¡Plop!
- Se cierra el telón
–
Y
acá otra historia fantástica: Ocupamos el primer puesto latinoamericano en
ciudades sostenibles (http://www.vanguardia.com/area-metropolitana/bucaramanga/307057-bucaramanga-primer-puesto-latinoamericano-en-ciudades-sostenib):
sin ciclorrutas, con un sistema de transporte pésimo, con serios problemas con
las basuras, talando árboles, destruyendo parques, ampliando vías. Pero, como
acá ahora viven más ricos que pobres, entonces somos una ciudad pujante, de
grandes inversiones, de megaobras y de industrias. No importa si se acaba el
verde y el oxígeno, siempre y cuando impere el gris y el monóxido, somos
sostenibles. Y ahí vamos.
Ahora,
hablemos de bicicletas. Me llama poderosamente la atención algunas imágenes
–muy ilustrativas por cierto- facilitadas por Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos
sobre la bici. Acá, algunas reflexiones al respecto.
Primera imagen:
Porcentaje de población que se transporta a pie y en bicicleta.
Foto tomada de: Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos.
La
gran noticia es que el porcentaje de biciusuarios (en general, porque la imagen
no enfatiza en género) se mantiene: desde 2012, seguimos siendo el mismo triste
2%, y, en cambio, disminuyó el número de caminantes o peatones, de un 16% a un
8%. Al parecer, solo el 10% de la población nos movemos en bici o somos peatones.
¿Esto qué significa? Parece que el gobierno de la “Capital Sostenible” se raja
en la planeación y desarrollo de una política de desarrollo urbano, una
política pública a favor de usos alternativos de movilidad, como la bicicleta y
de “caminantes seguros”, que además de ofrecer ciclopaseos, complemente ese
pequeño aporte desde el ciclismo recreativo con vías de uso para biciusuarios
-biciusuarias y con senderos para caminantes. En la política actual, entonces,
ese desarrollo urbano es entendido con el imperativo de ampliar vías, construir
megaobras excluyentes para el transporte activo e invertir en infraestructura
para favorecer el uso del auto, desplazando a ciclistas y peatones a los
últimos puestos de la jerarquía de movilidad (Recorderis: primero peatón,
segundo ciclista, tercero transporte público, cuarto transporte de carga,
quinto transporte particular).
Segunda imagen: Km de
ciclorrutas proyectadas en los Planes Maestros de Movilidad 2011 – 2030.
Foto tomada de: Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos.
El
Plan Maestro de Movilidad de Bucaramanga (PMMB), en la página 11, plantea las
siguientes preguntas: “¿Cómo es la ciudad donde quieren vivir sus habitantes
actuales y futuros? ¿Los habitantes quieren una ciudad poco densa que dependa
mucho del vehículo privado o una ciudad densificada con posibilidades de
realizar viajes no motorizados?...” Preguntas de fondo que, de ser respondidas
no solo por los gobernantes sino también por cada ciudadano / ciudadana, haría
que se centrara ese desarrollo urbano en una ciudad para la gente y no para
los autos.
De
acuerdo con el PMMB, se proyectó construir, desde este año, un promedio por año
de 2.6 kilómetros de ciclorruta en Bucaramanga, 4 km en Floridablanca, 0.9 km
en Girón y 3.9 en Piedecuesta. Lo más triste del asunto no son las extensiones
irrisorias por año (2.600 metros por año), sino que nada de esto ha sucedido. El
gobierno de Luchito-en-bici no cumplió
Ni
un metro. Ni medio metro. Ni un centímetro. Luchito-en-bici prometió, en mayo
del año pasado, una ciclorruta en la carrera 17 y nos mintió. Un año después volvió
con los mismos bombos y platillos a prometer una ciclorruta inviable en lo
urbano, buenísima en lo recreativo, y que hará feliz a los que se contentan con
poquito. Sin embargo, sí se están ampliando vías (sin ciclorrutas), con esos
desgastados bombos y platillos inauguraron el Viaducto de la Novena y las
megaobras, que no son mas que megaruinas ecológicas, no contemplan ni medio
metro de ciclorruta.
Dice el community manager de Bucaramanga
Metropolitana Cómo Vamos que, “como ciudadanos debemos hacer seguimiento al
cumplimiento de estas metas y analizar si quedan plasmadas o no, dentro de los
compromisos de los candidatos a las alcaldías en sus programas de gobierno”.
Sí, toca.
Tercera
imagen: Metas establecidas en construcción de ciclorrutas en los planes de
desarrollo 2012 – 2015.
Foto tomada de: Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos
Rajados. Cero. Bajo cero. Mejor dicho. Congelados.
No se ha construido la red de ciclorrutas (me temo que a Luchito-en-bici ya le
quedó grande), a la cual le quito el eco porque no se trata de hacer turismo en
bici o de ampliar la extensión del ciclopaseo, que está muy bien para
promocionar el ciclismo recreativo, sino de CONSTRUIR CICLORUTAS EFICIENTES Y
EFICACES PARA LA MOVILIDAD EN BICICLETA. Algo que, si leemos de nuevo la
primera historia fantástica compartida más arriba, Luchito-en-bici no entiende.
Una cosa es el ciclismo recreativo, que es chévere, que es divertido, que promueve
hábitos saludables, pero otra es mi decisión política de movilidad, el uso
urbano de la bicicleta para moverme al trabajo, a la escuela, a la universidad:
no uso auto (porque es ridículo mover mis kilos en toneladas de chatarra, ser
esclava / esclavo de impuestos, sufrir el estatismo del trancón, vivir para
mantener un auto, etc.), uso la bici y me mueve la bici. La posibilidad de usar
el transporte público es viable, por supuesto, para aliviar tanta congestión en
las vías; sin embargo, el de acá, es ofensivo.
En este aspecto la política pública se raja:
no hay conectividad de medios alternativos de transporte (sistema modal) y no
la hay porque la única posibilidad que se le da a la gente es usar un sistema
deficiente de transporte, o subirse a un auto o a una moto, si es que no quiere
juntarse con la chusma; la política pública no evolucionó en medidas
incluyentes para sistemas limpios de movilidad y todo se queda en el papel.
Estatismo en las vías por culpa de tanto carro y su uso irracional. Estatismo
en la política pública.
Pero no solo se rajó Luchito-en-bici. También
se rajaron el alcalde de Floridablanca (¿pero quién?) por solo plantear una
meta de kilometraje de ciclorruta, y el de Girón y de Piedecuesta, porque ni
siquiera lo incluyeron en los planes de desarrollo.
Cuarta imagen. Movilidad e
inversión en el Área Metropolitana de Bucaramanga.
Esta imagen es simplemente es preocupante. ¿Recuerdan las
preguntas planteadas en la segunda imagen? Acá Luchito-en-bici y los demás alcaldes
nos responden: la inversión en movilidad en los municipios del Área
Metropolitana es del 96% para el transporte particular motorizado. Solo el 3%
para el transporte público. Solo el 1% (1.710 millones) para peatones. Y, lea
bien, el 0% para ciclistas, es decir, NO
HUBO INVERSIÓN. Entonces son ciudades para los autos, no para las personas.
El desarrollo urbano en movilidad, casi en un 100% se centra en los carros (que
son menos), y deja de lado a los peatones (que somos todos) y a los ciclistas
(que estoy segura, me perdonan en Bucaramanga cómo vamos, somos más del 2%). Es
decir, los impuestos de TODAS las personas de Bucaramanga y el AMB, todos
quienes pagamos impuestos, les estamos regalando vías a los autos. ¿No les
preocupa? Es como si cada uno de nosotros / nosotras le está pagando la casa al
vecino, mientras paga arriendo para su propia casa. ¡Ridículo!
Foto tomada de: Instituto Juventud Deporte Recreación Inderbu
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